17 Nov “El ego es el enemigo” de Ryan Holiday: la batalla solitaria de decir que no
“Es el tipo de historia en la cual, con el tiempo, el talento se convierte en la identidad y los logros representan el propio valor como persona”. Al principio de su libro El ego es el enemigo, Ryan Holiday se refiere a “este tipo de historia” en un acto de sinceridad consigo mismo, en el que reconoce que con el éxito de su carrera profesional tuvo la tentación de “inventarse el cuento” que otros muchos pregonan y que habla de un camino de superación en el que cada logro es fruto de un esfuerzo sobrehumano. El mismo cuento que coincide con otros en que siempre hay una historia dramática detrás de la superación que consiguió elevar a uno al éxito.
Ryan Holiday revela en El ego es el enemigo (título original Ego is the Enemy: The fight to Master Our Greatest Opponent) cómo él elige alejarse de esa historia de objetivos y logros para en su lugar contar lo más importante que aprendió en el camino a desprenderse de su propia identificación con sus logros.
Es un libro que llega a ti en el momento en que estás preparado para aceptar que la persona que somos no está definida por lo que conseguimos o no.
Y que incluso, creernos esa historia que quizá un día nos contamos puede habernos alejado mucho de quién somos y qué hemos venido a hacer.
No solo se trata de lo pasado. También lo que hoy nos parece un logro puede parecernos mañana una loseta más del camino que al fin y al cabo fue bastante insignificante. Quién sabe.
“Pasar de querer ser como alguien durante toda tu vida a darte cuenta de que nunca quisieras ser como él”
Todos hemos querido seguir los pasos de alguien alguna vez. Estamos a tiempo de empezar a seguir los propios. Y puede que al principio de la experiencia más personal de nuestras vidas, la única que de hecho podemos vivir, esté el ego. Para que empecemos por verlo, reconocerlo y vencerlo.
Este autor y Eckard Tolle son los que más me han ayudado a comprender qué es realmente el ego, cuál es mi batalla con él y qué quieren decir algunas personas cuando se refieren a su ego.
Lo que he descubierto hasta ahora es que todavía estoy tentada (y casi a diario) a tomar decisiones movida por el ego, y que la mayoría de las personas que lo usan en su vocabulario no saben de qué están hablando.
Quizá todos usemos la palabra “ego” sin honrar su verdadero significado.
Espero no desviarme demasiado al decir que el ego es la máscara, la personalidad que creamos y a partir de la que nos definimos y comparamos.
Esa es mi definición, pero la que más me gusta, por exacta y sencilla, es esta de Eckard Tolle :
“El ego es la identificación completa con nuestra mente”
Con un ejemplo, creo que se entiende bien así:
El ego hace cosas como esta: “utiliza el cuerpo como parámetro de comparación para hacerte sufrir” Enric Corbera
Ahora que ya sabemos de qué hablamos al nombrar al ego, volvemos a Ryan Holiday. En El ego es el enemigo cuenta anécdotas propias, de conocidos suyos y de personajes históricos, unos muy famosos y otros desconocidos. Cita tanto a modernos como a clásicos. Por ejemplo, no quiero dejar fuera de este resumen esta cita que recoge de Isócrates:
“Lo más grande en la brújula más pequeña es una mente sabia en un cuerpo humano”
Esto significa que el cuerpo marca la dirección y la mente puede crear una vez se ha dejado situar en el camino correcto.
La ambición descontrolada
Esas palabras del filósofo griego se enmarcan en un contexto que habla del peligro de la ambición descontrolada.
“Suponemos que los síntomas del éxito son lo mismo que el éxito y, en nuestra ingenuidad, confundimos el subproducto con la causa”.
El éxito está en el motivo para hacer lo que hacemos. Si trae resultados o no dará igual siempre que encontremos el éxito en lo que estamos haciendo porque queremos hacerlo. Motivo y objetivo son cosas diferentes (esta diferencia la cuento en este libro).
Hace unos meses, después de haber publicado mi primer libro y vendido los primeros ejemplares, fui a un festival de literatura y escuché a otra periodista que presentaba allí su libro. La suya era una historia personal que le costó años escribir, y sacarlo a la luz fue parte de un proceso de duelo para ella.
Me impresionó que, aun así, en esa entrevista dijera (y aparentemente muy convencida) que su libro no habría sido un éxito si no fuera porque muchas personas lo estaban leyendo. ¿Cuántas son “muchas”?
En su caso, esas “muchas” eran las que en unos días agotaron la primera edición. Dijo que gracias a esas ventas podía considerar “un éxito” haber publicado su libro, que de no haberse vendido tanto “habría sido un fracaso”. Wow. ¿Y si después del boom inicial ya no se vende más en años?
Cada uno entiende el éxito a su manera, o a la de quienes decide creer. En mi caso creo que el hecho de publicar un primer libro es un éxito en sí mismo, incluso si no se trata de haber tenido el coraje de sacar la propia historia…Que todavía me parece más motivo de satisfacción.
Estoy muy de acuerdo con Ryan Holiday en que nos hace daño confundir el éxito con sus síntomas.
Si estás buscando una respuesta a qué es realmente el éxito, te invito a hacerte a ti mismo esta pregunta: ¿qué es el éxito para mí?
Con que tú lo sepas, es suficiente.
Lo gurús del “querer es poder”
“Los tópicos de nuestros gurús y nuestras figuras públicas han buscado casi exclusivamente llenarnos de inspiración, darnos ánimo y asegurarnos que podemos hacer lo que sea que nos propongamos hacer”, advierte Holiday.
Para mí fue un gran alivio descubrir que querer no es poder.
Dejé de forzarme a perseguir objetivos y disciplinas que por querer sostener a base de fuerza de voluntad (que no es estable y cuando está se agota rápido) me frustraban. Y me di cuenta de que eso a lo que me forzaba ni siquiera era cosa mía. Solo venía de lo que otros dicen que se supone que debemos querer conseguir… Por esa máscara imaginaria y ansiosa de reconocimiento que es el ego.
Un dato que da Ryan Holiday en El ego es el enemigo es que “las investigaciones muestran que aunque la visualización de la meta es importante, después de cierto momento nuestra mente empieza a confundirla con el progreso verdadero”.
De este libro descubrí el concepto “goalodicy” = deseo obsesivo de alcanzar metas.
¿Alguna vez te has obsesionado con hacer checks (✅) a todo lo que “tenías qué” hacer? ¿Y te agobiaba dejar tareas para otro día? Pues eso, «goalocidy».
Es un alivio saber que “agotarnos, o ir más allá del límite, ciertamente no nos va a ayudar a viajar más rápido”.
Comprender que ser humano significa ser limitado.
Alguien me lo dijo hace poco: “es tan simple como entender que ser humano significa ser limitado”.
Está bien no poder, y no querer. Creernos que podemos todo es la locura de no saber lo que somos: humanos con cuerpo. Ya tendremos tiempo para ser seres de luz con otros poderes. O no, quién sabe.
“La capacidad de evaluar las habilidades propias es la más importante de todas, pero sin duda el ego dificulta esa tarea todo el tiempo”, dice Holiday.
La otra opción si no queremos reconocer nuestros límites es creernos que esfuerzos sobrehumanos y sacrificar nuestra salud nos llevará a algún destino deseable.
Yo comprobé que el destino a costa de enfermar es horrible.
Buscar refugio es huir hacia atrás
Este libro habla también de cómo a veces nos ponemos tareas, rutinas y hasta nos construimos hábitos creyendo que así estamos haciendo más.
Nos ocupamos más y más porque así, mientras no vemos nada más que eso que nos empeñamos en fijarnos delante de las narices, tampoco vemos nuestros miedos. Y así, cegados en el hacer, justificamos rutinas inventadas (o copiadas de cualquier gurú o autodenominado coach moderno).
Y puede que nos pasemos así toda la vida. O que nos demos cuenta a tiempo de que estamos perdidos en esa rutina-cárcel en la que nosotros mismos nos encerramos.
Entendí algo sobre esto:
Estamos perdidos cuando justificamos los caminos que elegimos por miedo.
Te confieso algo más sobre esto de elegir movidos por el miedo… Soy miedosa, mucho. Y uno de mis grandes miedos es, a la hora de tomar decisiones importantes, escoger movida por el miedo, buscando refugio (sí, le tengo miedo al miedo). No sé cómo, un día descubrí lo que hago cuando huyo de algo (quizá te pase a ti también).
Tiene que ver con el significado de refugio:
La definición de refugio es “lugar donde te proteges de algún peligro”. Pero su significado raíz (del latín refugium) significa “huir hacia atrás”.
El refugio, según su etimología, es el lugar al que nos retiramos huyendo en retroceso. Un escondite para no dar los pasos al frente que nos podrían matar, o descubrir. Un miedo a morir que nos impide vivir.
“El ego tacha lo que importa y lo reemplaza por lo que no importa”
El ego es el enemigo es un libro sobre la importancia de poner la utilidad de lo que hacemos por delante de nosotros mismos y las apariencias.
De dejar atrás la preocupación por las críticas y los personajes que otros ven en nosotros. Porque “aquellos que han sometido al ego, entienden que el hecho de que los demás nos traten mal no nos degrada a nosotros, sino a ellos”.
No es fácil llevar a la práctica todos estos aprendizajes en un mundo de “marcas personales” que no para de gritar que creemos la propia. Tomar la decisión de quitar la atención de lo que no importa es un buen primer paso.
“Lo verdaderamente ambicioso es enfrentar la vida y seguir adelante con seguridad, a pesar de eso, sin apoyarse en nada. Dejemos que los demás busquen muletas. Será una batalla solitaria decir que no, negarse a hacer trampa. Será una posición arriesgada. Decir: voy a ser yo mismo” Ryan Holiday.
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17 de noviembre de 2023. Tania MTom
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